Hasta ahora solo me habían dicho que las cosas o se hacían bien, o mejor no se hacían...
Entonces.. para que las iba a hacer si las iba a hacer mal...
Hasta que me di cuenta de que si no arriesgaba nunca iba a ganar...
Y así fue... Arriesgué. ¿Gané?
Alguna vez sí, pero ¿de que serviría ganar siempre? Si pierdo, me doy cuenta de mis fallos, de que es lo que tengo que rectificar; al menos yo, para otros tal vez, la imperfección es la perfección, pero en mi caso, rectifico, y sigo la lucha.
Creo en el destino tanto como en el mañana, o tal vez.. en el ayer.
Ayer fue fantástico así que mañana será mejor.
Nunca me fiaré de nadie, de nadie que no sea esa persona, que ya sabe quien es.
Nunca prometeré nada que sé que soy incapaz de cumplir.
Así que confianza en mi misma, lucha y fuerza.
